Poema 64

Rompiste tú el alba así con tu partida, 

rompiéndome el alma así con tu escapada, 

tu beso prometido, 

el vino que no fue servido, 

carcome y me carcome cada día, 

tus ojos negros que no olvido, 

con tu susurrante voz que mata, 

donde estas mujer ingrata, 

mi corazón que ya no late, 

quiza ahora corre tras tus pasos, 

quiza simplemente muere por tus besos. 

Maldigo mi amor sincero, 

maldigo no poder tenerte, 

escapaste mientras digo; 

y maldigo mis manos vacías. 

No quisiste nada mio 

y maldigo haberte amado, 

como bendecir si no tengo bendiciones, 

no bendigo lo que duele, 

no, 

no bendigo lo que se escapa. 

porque lo que se escapa mata. 

Paco Cóndor Inche
Lima
25-02-2018