EL TOROGOZ
Busco tu rostro afable
en la aurora matutina,
llevando el desconsuelo
de no tenerte entre mis brazos.
Empaña tu sonrisa
a los rayos de la mañana,
cálida y tranquila;
me contestas que me amas.
Subes a los montes
donde mi corazón te espera,
la flor está colgada
agitada por el viento.
Subes y te posas
para elevar tu canto,
tu canto de avecilla
que entró por mi ventana.
Y ahora te estás meciendo
en una rama de mi huerto,
con tus gorjeos de amor
para mi ser que a ti también te ama.
Autor: Paco Cóndor Inche
18-11-2021
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