Hoy la quise como ayer,
así como otro día,
su labio tierno en flor
besó mi sed callada,
que así llameante ahogose
en su rocío de caricias tiernas,
este fuego de pasión dormido,
sumido en su amor vertido,
rendido en toda su hermosura,
rendido a toda su locura.
Ayer la quise entonces
y se alegró el alma mía.
su amor que es todo mío,
y ella dueña de todos mis anhelos,
sentirla así tan mía entre mis manos
y con todas sus entrañas,
regalo es de los cielos,
regalo de tan divino,
los néctares guardados
confluyeronse excitantes,
su amor expuesto en piel canela,
¡Oh Luz de madrugada!
Ayer la quise entonces
y mañana así la seguiré queriendo.
Paco Cóndor Inche
Lima, 27-10-2018
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