Contemplando el cielo, con sus nubes claras,
Oigo de este rio su murmullo suave,
Y en su torrente de aguas cargadas,
Implacable arrasan todo por su cauce.
Mientras tanto en mi alma, con sus nubes negras,
Oigo los latidos de mi corazón sangrante,
En cuyas heridas se delata un nombre,
Ese es tu nombre mi amor farsante.
Decidí amor que estas mis penas agrias,
Echaré a este río traicionero e implacable,
Para que en su cause y como a esas piedras,
Hacia el mar se lleven mi dolor y penas.
Entonces miraré al cielo con mi corazón sincero,
Y comprenderé que estas nubes negras de mi corazón sangrante,
Por el caudaloso río de este tiempo inevitable,
Han quedado despejados porque ya no hay mas penas.
Autor: Paco Cóndor Inche
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