Un dolor…
Tengo dolor en mi alma
Tengo dolor por una herida,
Por una herida que causé.
Por una herida que solo sé,
Es un dolor que nada alivia,
Ni las risas que desdicha.
El odio…
No es su odio,
Tampoco su indiferencia,
No es su odio
furibundo.
Es mi conciencia que retuerce,
Que retuerce mi alma,
Y el corazón no encuentra calma.
Los golpes…
Sé que estos son los golpes,
Los golpes de la
vida,
Los golpes que el poeta citara entre rimas.
Me quedan solo dos caminos,
O morirme por desgracia,
O vivir porque me extiendes la mano de tu gracia.
Entonces tú sabrás…
Que mi vida está en tus manos.
Autor: Paco Cóndor Inche.
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